El trabajo consistió principalmente en realizar una intensa labor de campo visitando y documentando las referencias facilitadas por diversas personas conocedoras de la arquitectura tradicional menorquina. Paseos más o menos aleatorios siguiendo sistemas de captación de agua de lluvia nos llevaron a casas de campo, barrancos, huertos, poblados talayóticos, campos de cultivo, jardines, barracas y boyeras. De las numerosas visitas realizadas se fue destilando la documentación de un amplio abanico de ingeniosas soluciones destinadas a aprovechar el agua de lluvia.

A lo largo de meses de trabajo descubrimos toda una familia de construcciones e intervenciones en el territorio que fueron realizadas expresamente para captar, almacenar y distribuir el agua de lluvia. Desde simples excavaciones en la roca hasta sofisticados depósitos cubiertos con bóveda de cañón. Un conjunto de elementos que constituyen una auténtica arquitectura de sa pluja, ya que su propósito específico es aprovechar este recurso tan valioso.

Esta captación y almacenamiento de lluvia permitía disponer de agua en épocas del año sin precipitaciones. Desde esta perspectiva, puede afirmarse que todos los casos estudiados transforman la lluvia, que cae del cielo y escapa rápidamente, en agua dulce almacenada, un bien de primera necesidad y de enorme valor. Con el trabajo realizado, podemos afirmar que en la isla de Menorca, hasta la segunda mitad del siglo pasado, todas las superficies impermeables y con pendiente se utilizaban para recoger este recurso natural. “Que no se pierda ni una gota” era el principio rector, a veces hasta extremos obsesivos.

La investigación fue realizada conjuntamente con el arquitecto Jesús Cardona, con una beca del COAIB de Investigación en Arquitectura, Urbanismo, Ordenación del Territorio, Patrimonio y Medio Ambiente convocada en 2004 (concedida el 18 de marzo de 2005) y una beca del Institut Menorquí d’Estudis de 2007 (concedida el 9 de febrero de 2006)¹.

¹ Adaptación del texto de presentación de la investigación para COAIB e IME.